dimarts, 25 de setembre del 2018

LIGÚRIA. ITÀLIA 2017





GÉNOVA
LEVANTO












Génova

Génova consta de una delgada franja costera en el mar de Liguria junto a unas colinas y montañas de gran altura. Cuando llegan los vientos limpian su cielo y la ciudad se torna azul. Ese azul que perfila cuidadosamente sus monumentos y los embellece, dibujando así los contornos de su nobleza. 

Los grandes arquitectos entran a ser los responsables de la majestuosidad que camina sin prisa. Los palacios renacentistas y barrocos se suceden recreando barrios señoriales con espectaculares escalinatas, patios, galerías y jardines. Residencias privadas que reflejan el poder financiero y también marítimo. Las plazas toman su lugar recreando zonas abiertas y amplias desde donde deleitar la mirada hacia la arquitectura que las rodea. Catedrales, iglesias y conventos infringen símbolos en el centro histórico. 

No nos olvidemos de sus callejuelas estrechas que sortean niveles y alturas. Serpentean sigilosamente creando esas brechas que parecen querer llegar todas al mar, al puerto.

Es entonces, de la mano del arquitecto genovés Renzo Piano, que el viejo puerto post-industrial se transforma y se reconvierte en un frente marítimo con nuevas funciones urbanísticas que conecta la histórica dársena con el núcleo antiguo de la ciudad. 

Génova casi de repente crece, abre sus gran mirada, consigue y urbaniza. La luz que quedaba retenida en sus grises muelles se desparrama y conforma un nuevo litoral. Ocio y cultura salen al encuentro de otras muchas posibilidades, puerto deportivo, centro comercial,  centro de convenciones… La ciudad, lavó su rostro marítimo para hacer aún más bella la entrada a las magnificiencias de su historia. 



























































































































Levanto

La historia y el presente de Levanto están estrechamente relacionados con la vocación comercial y marítima de esta animada ciudad con vistas a la Riviera di Levante. La ruta comienza a la orilla del mar con la ciudad más moderna, llena de majestuosos edificios de principios del siglo XIX. Siete de sus fachadas están adornadas con decoraciones arquitectónicas pintadas al fresco. 

En el centro de la ciudad, la zona ocupada anteriormente por el Canal Harbor, encontraremos un complejo sistema de almacenamiento de mercancías de finales de la Edad Media.

Cerca de allí, la Iglesia de San Andrés es una joya de la arquitectura medieval: la iglesia se inició en 1222, pero se extendió su construcción hasta la mitad del 1400. El interior de cinco naves todavía está marcada por bandas claras de color oscuro y conserva valiosas obras como "La Virgen y el Niño con los Santos Bartholomew y Bernard", de Antonio da Carpena (siglo XVI).

Detrás de la iglesia, el castillo originalmente vinculado a los señores Malaspina y el oratorio de San Giacomo. En el portal admiraremos un hermoso bajorrelieve de mármol. 















































textos: MARI CARMEN AYMAR
del llibret de viatge Cinque Terre. Creativity express

fotografies: ALBERT ISERN











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